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Coalo Zamorano es el Ministro de Alabanza en Español de Champion Forrest Baptist Church, luego de dirigir por años la adoración de la Iglesia Lakewood. Con más de cinco producciones a su nombre, y más de 15 años dirigiendo adoración, su música es influyente en todo el mundo hispanohablante. Confesiones de un Corazón Agradecido es su última producción discográfica, y esta reseña es una evaluación de ese trabajo.

Confesiones de un corazón agradecido

Confesiones de un corazón agradecido

Aspectos musicales:

Estéticamente Confesiones de un Corazón Agradecido es excelente. La banda es sencilla y muy bien ensayada. Las canciones que incluyen cuerdas presentan una muy buena grabación (lo que no es el caso de muchas grabaciones hoy en día). Además, hay muy buenas harmonías para las voces, incluyendo la canción de apertura que empieza acapella.

La mayoría de las canciones en Confesiones pueden ser cantadas congregacionalmente, aunque algunas quizás serian un poco complicadas para enseñar a una congregación (ej. “Cambia el Mundo” y “Tú Solo Tú”). El mismo autor admite que su propósito no era hacer canciones congregacionales en esta producción, y esto no es en sí mismo ni bueno ni malo, sino que vale la pena notar para el propósito de esta reseña. La clásica canción congregacional en este CD es sin duda “Corro a la Cruz”.

 

Aspectos teológicos

Confesiones es un trabajo en el cual Coalo Zamorano desea demostrar sinceros sentimientos hacia Dios. Dos temas son bien prominentes en toda la producción, su gratitud a Dios (el disco empieza y termina con canciones de gratitud), y su amor hacia Dios (canciones como “Sigo Enamorado” y “Todo lo que Anhelo”). Lo positivo en esto es que yo creo el cantante sí logra mostrar amor y agradecimiento a Dios. Lo negativo es que muchas de las letras parecen ser basadas en experiencias personales, con poco contenido derivado directamente de las Escrituras.

El disco muestra gratitud y amor a Dios, pero con poco contenido derivado directamente de las Escrituras.

Adicionalmente, debido al hecho de que muchas de las canciones expresan experiencias personales, hay un gran énfasis en la inminencia de Dios, pero la transcendencia de Dios se queda en segundo plano. Quizás es necesario definir estos términos: la inminencia de Dios tiene que ver con su sentido de cercanía hacia sus criaturas. Su trascendencia tiene que ver con que Dios es más alto y sublime que la creación, y se encuentra en un plano superior. En Isaías 57:15 podemos encontrar estas dos características: “Porque así dice el Alto y Sublime que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: Habito en lo alto y santo (Trascendencia), y también con el contrito y humilde de espíritu (Inmanencia), para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos”.

Encontramos que muchas de las canciones de esta producción mencionan cuan cerca Dios está (ej. “Todo Lo Que Anhelo”), o qué tan listo está Dios para responder nuestras oraciones (ej. “Mi Oración”), pero no mencionan mucho de la separación que existe entre Dios y hombres. La Biblia enfatiza una y otra vez que Dios es santo, inescrutable, justo, etc. Por lo tanto, enfatizar Su inminencia ignorando Su transcendencia produce una distorsión al verdadero carácter de Dios.

El evangelio

Es fundamental que el evangelio esté en el centro de la adoración cristiana, pues es por medio del evangelio que somos salvos (Romanos 1:16). Yo escuché el trabajo de Coalo Zamorano buscando tres elementos fundamentales del evangelio en cada canción: la justicia de Dios, la depravación humana, y la cruz de Cristo.

Es fundamental que el evangelio esté en el centro de la adoración cristiana.

Ciertas palabras no son muy comunes en canciones modernas, aunque son fundamentales para que uno entienda el evangelio completamente. Por ejemplo, cuando el apóstol Pablo presenta el evangelio en Romanos 3:21-26, él usa la palabra justicia (o sus derivados) siete veces en seis versículos. Claramente, la justicia de Dios es un aspecto fundamental del evangelio, pues su justicia demanda que el pecador sea juzgado por sus ofensas. Es apenas cuando uno entiende la justicia de Dios que uno puede de verdad ser agradecido por su gracia y misericordia, pues Dios siendo justo proveyó a su Hijo para propiciar Su ira y redimir a Su pueblo por la sangre de Cristo. Desafortunadamente la justicia de Dios es un tema ausente en Confesiones.

El segundo elemento del evangelio que buscamos en esta producción es la depravación humana. En el mismo pasaje de Romanos el apóstol Pablo explica que el pecado es común a todos los hombres (“todos pecaron”), y que el pecado crea una seria separación entre Dios y los seres humanos (“y están destituidos de la gloria de Dios”). Tres canciones en Confesiones de un Corazón Agradecido tratan más directamente acerca del pecado humano: “Ahí Estás Tú”, “Crea en Mí”, y “Corro a la Cruz”.

Aunque la palabra pecado solamente es usada una vez en la producción, el tema sí está presente. Sin embargo, me hubiera gustado que el tema de la depravación humana fuera tratado de una manera más explicita en las canciones. Quisiera escuchar afirmaciones que contengan el mensaje de que “éramos enemigos de Dios”, o que “la paga del pecado es la muerte”. No es que queramos gozarnos en nuestro pecado, es todo lo contrario: cuanto más uno entiende la severidad del pecado, más uno entiende la grandeza de Cristo como Salvador. Cuanto más pecaminoso el hombre, mas gloriosa es la obra salvadora de Cristo (Efesios 2:1-10, Romanos 5:6-11).

Por ultimo, yo busqué el elemento de la cruz de Cristo. Interesantemente, el CD tiene una canción llamada “Corro a la Cruz”. Esta canción me pareció valiosa, pero le falta un poco de profundidad teológica. La cruz en esta canción es más un lugar para que los que están cansados renueven sus fuerzas, que un lugar para que los pecadores encuentren reconciliación con Dios. Conceptos como propiciación de la ira de Dios, o la expiación de nuestros pecados no son céntricos en esta canción, pero sí son el centro de la cruz.

Conclusión

Confesiones de un Corazón Agradecido dice muchas cosas valiosas. Habla claramente de atributos muy importantes de Dios, como su amor y su misericordia. Sin duda, el trabajo está lleno de expresiones sinceras de amor y adoración a Dios. Pero yo creo que esta producción necesita más balance en todos los aspectos del evangelio. Como ministro de música, tal vez enseñaría canciones como “Crea En Mí” o “Corro A La Cruz” a mi iglesia, pero me gustaría escuchar un poco más de profundidad teológica aun en estas canciones.

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