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‪En aquellos días llegó Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, diciendo: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado. Porque este Juan es aquél a quien se refirió el profeta Isaías, cuando dijo:

‪“Voz del que clama en el desierto:

‘Preparen el camino del Señor,

‪hagan derechas Sus sendas.’”

‪Y él, Juan, tenía un vestido de pelo de camello y un cinto de cuero a la cintura; y su comida era de langostas (saltamontes) y miel silvestre. Entonces Jerusalén, toda Judea y toda la región alrededor del Jordán, acudían a él, y confesando sus pecados, eran bautizados por Juan en el río Jordán”

 Mateo 3: 1-6

‪A la mayoría de nosotros esto es lo que llega a nuestra mente cuando pensamos en un evangelista: una persona medio loca que admiramos por su celo. Nos impresiona su valentía, pero sabemos que si eso es a lo que estamos llamados, nunca podríamos lograrlo.

‪Cuando capacitamos a las personas para el evangelismo, esta es la imagen que tiene la mayoría en su mente. Esta es una de las principales razones por las que el evangelismo y el evangelista tienen una connotación tan negativa, tanto para el creyente como para el no creyente. En esencia, entrenamos a la gente a adaptarse a un tipo de personalidad específica y le llamamos capacitación evangelística. Estamos capacitando a las personas a ser evangelistas extrovertidos.

‪El evangelista extrovertido

‪Los evangelistas extrovertidos son las personas que vemos constantemente interactuando con desconocidos. Ellos son el alma de la fiesta, y en general les encanta estar rodeados de personas. Los hemos visto hacer de todo, desde evangelizar en las calles hasta entrar en conversaciones acerca del evangelio con cualquiera mientras suben en un ascensor. Esto no solo es un gozo para ellos, sino que es algo que les sale de forma natural. Estas personas son “los evangelistas”.

‪Cuando sentí el llamado de contarle a otros acerca de Jesús, pensé que esto era lo que se suponía que debía ser, así que salí de puerta en puerta regalando Biblias,  asistí a eventos comunitarios, entregué tratados y toda la cosa, pensando que eso es lo que se consideraba ser un verdadero evangelista, y tener “pies hermosos anunciando las buenas nuevas”.

‪El problema para mí es que nunca me fue natural. Nunca llegué a sentir que Dios me había creado de esa forma. Entonces asumí que esto era lo que significaba para mí ser un sacrificio vivo. Sin embargo, el problema era que esto no solo me afectaba a mí, sino que yo predicaba que los demás también deberían estar haciendo lo mismo, y si no lo hacían no habían entendido bien el llamado a ser un evangelista.

‪En el cuerpo de Cristo no todo el mundo se ajusta a este molde extrovertido. Pero la gente piensa que esta es la forma como todos los seguidores de Jesús deben ser y vivir. Tenemos que dejar de exigirles a todos que sean evangelistas extrovertidos y en su lugar permitir a la gente, específicamente los introvertidos, el vivir la identidad de evangelista y misionero en la manera en que Dios los ha creado.

‪Círculos en cuadrados

‪Me parece interesante que hemos perdido de vista la forma específica en que Dios nos ha formado, y nos hemos ido directamente a nuestras acciones para demostrar quiénes somos. Siempre debemos comenzar determinando cómo nos ha creado Dios y a partir de ahí encontrar dirección para cómo debemos actuar. Esto tiene sentido hasta biológicamente. No le pedimos a un hombre que quede embarazado. Tristemente, esto es tan tonto como pedirle a un introvertido que sea un Juan el Bautista.

‪Tenemos que volver a las Escrituras y ver qué nos dicen. En Salmos 139:13-16 encontramos:

‪Porque Tú formaste mis entrañas;

‪Me hiciste en el seno de mi madre.

‪Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho;

‪Maravillosas son Tus obras,

‪Y mi alma lo sabe muy bien.

‪No estaba oculto de Ti mi cuerpo,

‪Cuando en secreto fui formado,

‪Y entretejido en las profundidades de la tierra.

‪Tus ojos vieron mi embrión,

‪Y en Tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados,

‪Cuando no existía ni uno solo de ellos.

‪Dios ha diseñado a cada uno de nosotros exactamente como Él quiere que seamos. No sólo eso, sino que hará uso de Su diseño particular de nosotros para alcanzar y mostrar Su gloria hasta los confines de la tierra.

‪Al darme cuenta de cómo me hizo Dios y la forma en que iba a usarme, mi manera de pensar fue transformada, tanto de mi propia vida como de la forma en cómo guiar a otros en la misión.

‪He llegado a entender que soy un extrovertido funcional. Muchos me ven y piensan que soy una persona extrovertida, pero en realidad mi esposa acostumbraba a llamarme ermitaño, debido a lo mucho que evitaba a las personas.

‪Esto significa que constantemente me expongo de manera intencional a situaciones que me permitan conocer gente nueva y compartir historias aunque no sea natural para mí. Básicamente estoy en el medio, entre el introvertido y el extrovertido. Debido a esto, creo que tengo una perspectiva única sobre la forma de dirigir y ser un evangelista introvertido.

‪Algunas cosas a considerar

‪El ser una persona introvertida y mantenerse así no es un pecado. Muchos dan a entender esto, y los introvertidos pueden llegar a sentirse muy alienados y cargados de hacer lo mismo que los otros (léase, los extrovertidos o extrovertidos funcionales) están haciendo. Permita al introvertido ser exactamente como Dios lo ha hecho, un introvertido.

‪No trates de convertir a los introvertidos en extrovertidos. Este no es tu llamado. Tu llamado no es hacer que todos los miembros de tu iglesia se parezcan a ti o actúen como tú. Si este fuera el caso, todos los demás en el planeta podrían morir y usted constituirse entonces como el rey del mundo. Dios ha hecho Su cuerpo diferente a propósito, incluyendo en este tanto a introvertidos como a extrovertidos.

‪Tener introvertidos en tu iglesia no es lo mismo que tener creyentes inmaduros o lobos vestidos de ovejas. Me parece que la mayoría de nosotros hemos tratado a las personas introvertidas como si fueran una enfermedad que necesita una cura, en lugar de verlos como portadores de la imagen de Dios creados por Él para Su propósito. Recuerda siempre que la creación de Dios es hermosa, llena de propósito, y debe ser celebrada, no degradada.

‪El ser introvertidos no los excluye de la misión. No permitas entonces que los introvertidos utilicen su diseño como una muleta. En su lugar, muéstrales cómo Dios puede usarlos. Permíteles y guíalos a abrazar todo su potencial bajo un modelo de misión acorde a su modo de ser.

‪¿Cómo luce la misión para un evangelista introvertido?

‪Por naturaleza, a los introvertidos se les hace difícil pasar tiempo con personas que no conocen. Por lo tanto, encuentra a una persona extrovertida, o extrovertida funcional, que ame a Jesús y entienda a los introvertidos. Haga que el extrovertido invite a los introvertidos a participar de sus actividades diarias. Esto permitirá a los introvertidos pasar tiempo con aquellas personas que conocen, y aún así estar con desconocidos.

‪Permita que los introvertidos sirvan en eventos, reuniones, actividades, etc., en la forma en la que puedan hacerlo. Particularmente, tenemos un introvertido en nuestra comunidad misional que comenzó sacando la basura, limpiando y haciendo la comida en nuestras parrilladas y desayunos. Esto era muy gracioso porque él era como un asesino silencioso de limpieza. La gente preguntaba: “¿quién es ese?”. Entonces, les hacía saber que era un amigo que estaba aquí para ayudar, y así yo podía pasar más tiempo conociendo a mis vecinos. ¡Esto definitivamente refleja lo que es vivir para el reino, ¿no crees?! Después de un tiempo, él empezó a construir amistades y a hablar con ellos y a sentirse muy cómodo en nuestros grandes eventos, porque fue conociendo poco a poco a todo el mundo. Yo no era muy paciente al principio. Pero cuando empecé a darme cuenta de la forma en que Dios le había hecho y su amor por Jesús, le permití vivir su identidad. Cuando logramos esto, nos convertimos en una hermosa imagen de la diversidad en el cuerpo de Cristo.

‪Ten en cuenta que a los introvertidos no les gusta estar rodeados de gente desconocidas ni estar en grupos grandes. No van a ser los planificadores de las grandes reuniones ni tampoco serán el alma de la fiesta. Permíteselo: ¡está bien! No los obligue a hacer cosas para lo que no fueron creados. Por supuesto, debe haber un balance en el llamado que tienen a la misión, pero al mismo tiempo sea paciente. He descubierto que mientras más tiempo le permite a un introvertido estar rodeado de personas extrovertidas, o simplemente desconocidos en general, llegan a conocerlos mejor y se incrementa su deseo de estar rodeado por ellos.

‪Cuando una persona introvertida habla, escucha. Los introvertidos no quieren molestar a la gente porque no les gusta ser molestados. Pero después de que llegan a conocer a la gente, hablarán a sus vidas y su sabiduría usualmente es muy acertada y dan justo en el clavo. Primero ellos escuchan y observan. Cuando finalmente se sienten en la necesidad de hablar, suelen llegar al corazón del tema en cuestión. No pases por alto lo que dicen, sino escucha y alienta. Si los ignoras o hablas por encima de ellos puede que nunca hablen de nuevo porque son muy tercos.

‪Los introvertidos desean comunidad, pero simplemente no lo saben. De hecho, la mayoría de los introvertidos creen que quieren estar solos. En realidad es que simplemente no quieren estar cerca de personas desconocidas. Y no es algo que necesitan simplemente “superar”; es como tratar de conseguir que un artista se ponga un traje y se siente detrás de un escritorio todo el día. Simplemente no va a funcionar. Puedes darte cuenta cuando un introvertido es un evangelista porque de repente estos comienzan a reunirse con aquellos con los que han formado relaciones. Mi esposa es así. A ella no le gusta conocer gente nueva; sin embargo, una vez ha desarrollado relaciones, no sólo hace espacio en su agenda para ellos, sino que se vuelve algo mutuo.

‪A fin de cuentas, ¿qué es un evangelista? Un evangelista no es un tipo de personalidad o un trastorno de esta. Un evangelista es alguien que trae buenas nuevas y las proclama tanto con su boca como con sus acciones. Si este es el caso, ¿dónde dice que un evangelista tiene que ser extrovertido o introvertido? ¿Qué si el plan de Dios es que todo el mundo haga el trabajo de un evangelista? (2 Tim. 4:5) Piensa en el poder de la iglesia si capacitáramos tanto al extrovertido como al introvertido para que cada uno sea la representación de las buenas nuevas en la forma particular en que Dios lo ha creado. ¿Cuántos más serían alcanzados para Jesús?

‪Una advertencia final

‪No deje que los introvertidos usen su diseño como una muleta para la misión. “Dios no me hizo de esa manera” es una muleta. En su lugar, muéstrele cómo podría lucir la misión para ellos. Encuentre a otro introvertido o a un extrovertido funcional, que pueda ayudarles en cada paso para que sean intencionales en cumplir la misión. No solo les diga que ellos sí pueden: tenga a alguien que pueda modelarles cómo hacerlo. Los introvertidos son portadores de la imagen de Dios y desean ver nuevos discípulos; simplemente no conocen una forma en que puedan trabajar en este sentido, acorde a ellos mismos. No es porque sean tontos, sino porque la iglesia ha modelado históricamente el perfil de un evangelista extrovertido.

‪No te des por vencido con los introvertidos. El hecho de que ellos no vivan la misión como tú lo haces no los hace menos hijos de Dios, ni los hace menos evangelistas. Vas a tener que ser paciente con ellos, lo cual está bien; Dios ha sido paciente contigo toda tu vida y todavía fallas.

‪El punto de este breve artículo es que los introvertidos han sido diseñados por Dios, y no por las mentiras de Satanás. La mentira de Satanás es que tenemos que hacer a los demás como nosotros, quien sea que “nosotros” termine siendo.

‪Si tienes introvertidos en tu iglesia, capacítalos teniendo en cuenta la forma en que Dios los ha hecho.

‪Si eres una persona introvertida, vive la misión de hacer discípulos en la manera que Dios te ha llamado basado en quien eres. No utilices tu diseño como una muleta, y tampoco permitas que nadie más use tu diseño como una muleta.

‪Comienza con algo pequeño. Luego pregúntale al Espíritu “¿qué sigue?”. Él te indicará exactamente lo que tienes que hacer, teniendo en cuenta la forma en que Él te ha diseñado. Podría ser la cosa más pequeña e insignificante que hayas escuchado, pero es un paso. Podría ser ayudar a recoger la basura en la próxima reunión.


Publicado originalmente para GCDiscipleship.com. Traducido por Justo Mirabal.
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